En la CGT no compartimos y por ello no participaremos de actos “electoralistas” como el que se pretende realizar en Cádiz en la presentación de las Euromarchas
CGT está, de principio a fin, por unas Euromarchas que lanzan, desde la base, el grito de la lucha por la dignidad. Consideramos relevante la participación de todas y todos y, por tanto, formando una sola piña donde vivan y valgan lo mismo quien se afilió ayer, o nunca lo hará, que quien ostenta responsabilidades organizativas. Y si valen y viven lo mismo, los “cabezas de cartel” no tienen sentido. Ese diseño es el que dio origen a las anteriores Marchas y es con el que nos identificamos. Otros escenarios son posibles, por supuesto, pero no son el nuestro.

SECRETARIADO PERMANENTE DEL COMITÉ CONFEDERAL DE LA CGT

Las Euromarchas, elaboradas por distintos movimientos sociales, tienen sentido no sólo porque sus reivindicaciones (TTIP, pobreza-exclusión, deuda, etc.) son justas socialmente sino, especialmente, porque la mayoría social es la única protagonista: las gentes precarizadas, esquilmadas, ninguneadas y expoliadas, son quienes sufren, sufrimos, las consecuencias de este modelo europeo basado solamente en la tasa de ganancia del capital y las grandes corporaciones, a la vez que su modelo desarrollista-productivista no hace sino profundizar en un camino que nos conduce directamente al colapso.

Las personas trabajadoras, las personas jóvenes sin futuro, las personas mayores, las mujeres, el modelo de soberanía alimentaria, el modelo medioambiental, son quienes deben protagonizar esa “posibilidad de transformación”, de manera cooperativa y solidaria entre todos los pueblos. Solidaridades y complicidades con las personas precarizadas y explotadas, fundamentalmente del sur, desde aquellas que lo son menos, especialmente de centro Europa y la Europa rica.

CGT se opone a una instrumentalización electoral de las Euromarchas. Porque no podemos permitir “claudicaciones” y/o “traiciones” como las que ya vivió la ciudadanía griega, su mayoría social y, en alguna medida, también la mayoría social del resto de Europa, que aceptó el órdago y dijo OXI, dijo NO, contra el “estado de excepción financiera de la U€” (Alemania hegemónica), que era simplemente un estado de terror contra las poblaciones que no acataron las reglas de juego de las élites político financieras.

La mayoría social nos tenemos que convertir en insumisos a la austeridad, a la barbarie, y desobedecer la lógica económica-política que nos impone la Troika y quienes aceptan la misma en nombre de que… “no hay nada que hacer, es inevitable”.

No puede reproducirse la experiencia griega, donde un gobierno votado y tras referéndum por él convocado, tenía la obligación política, la “orden” del pueblo griego, de impugnar esta lógica macabra, y no cumplió.

CGT considera que las personas “representativas” de los partidos, son una parte más de las Euromarchas; nadie es más que nadie y nadie representa a los demás, sino que todos y todas nos representamos. La cooperación y la solidaridad, son las señas fuertes de la identidad del movimiento social de las “Euromarchas”. Los afiliados y afiliadas de partidos, sus militantes, sus electos, son tan importantes como quienes no lo son, pero sólo si trabajan de forma cooperativa entre los miles y miles de personas que hemos decidido plantar cara a esta U€ de los mercados y los mercaderes que nos quiere condenar a las personas y al planeta a un no futuro.

Todos y todas debemos trabajar por lo común y, solamente existe una voz: la colectiva.

CGT, toda su afiliación, seguirá trabajando en la calle, en los territorios, en los pueblos, en las ciudades, con una sola política: la lucha es el único camino y ahí, cabemos todos y todas.